Introducción: Pequeña golondrina de aspecto compacto. Por la parte superior son de color negro azulado brillante, destaca el obispillo (zona dorsal superior a la cola), donde tienen una gran mancha blanca que contrasta con la cola negra. Por la parte inferior son de color blanco. La cabeza es de color negro, excepto el tercio inferior de la cara que es blanca. La garganta también es blanca pero al principio de la primavera adquiere tintes parduzcos. Posee alas largas y apuntadas y son de color pardo negruzco. La cola es corta y ahorquillada de color negro tanto por la parte superior como por la inferior. El pico es corto, ancho, aplanado y negro. Las patas son muy cortas, de color rosáceo y están cubiertas de finas plumas blancas. No existe dimorfismo sexual en esta especie. Los jóvenes resultan menos contrastados, más parduzcos, sobre todo por abajo, con límites difusos entre partes negras y blancas. Los ojos son grandes, de color marrón muy oscuro y están rodeados de un fino anillo periocular ligeramente blanquecino.

Descripción: El avión común es un pequeño e inconfundible hirundínido con la cabeza, dorso, alas y cola de color azulado-negruzco. El obispillo resalta de su plumaje dorsal por su color blanco, y la zona ventral: garganta, mejillas, pecho y vientre, son de color blanco. La cola es cuadrada, y las patas están emplumadas hasta los tarsos. Ambos sexos aparecen iguales.

Desplazamiento: En España están presentes durante el período estival, luego emigran a África donde invernan, salvo un pequeño número de ejemplares que invernan en el sur de Andalucía y Extremadura, no obstante también se les puede ver durante los pasos migratorios. Por tanto es una especie estival, en invierno, las aves españolas se desplazan al golfo de Guinea, en el oeste de África, y regresan de forma lenta a nuestro país, con un desfase de hasta tres meses entre el norte y el sur: en Andalucía y Extremadura pueden verse ya en enero, con llegada masiva en febrero. Los aviones comunes abandonan las colonias de cría desde julio hasta octubre. Los pasos migratorios, en buena parte realizados por aves no ibéricas, son muy prolongados en el Estrecho: suben entre febrero y mayo, y bajan entre julio y noviembre, con afluencia máxima en abril y octubre.

Curiosidades: Pueden pasar la noche en vuelo. Cuando vuelan lo hacen a una altura mayor que las golondrinas pero menor que los vencejos. Cazan los insectos al vuelo realizando grandes acrobacias y normalmente lo hacen en grupos. Generalmente anidan durante años en el mismo lugar limitándose a reparar el antiguo nido. A veces los jóvenes de una primera nidada ayudan a sus padres en la ceba de sus hermanos nacidos en una segunda nidada. Suelen realizar cópulas fuera de la pareja.