Introducción: Este pequeño pajarillo es relativamente común en regiones bajas y cálidas, en las que aparece asociado a zonas con carrizales, junqueras, herbazales densos y cultivos de regadío, entre cuya vegetación entreteje un laborioso nido. Por ello lo podremos encontrar en el Parque Olivar del Zaudín en las lagunas y en la ribera del Arroyo Las Fuentes. Debido a su pequeño tamaño resulta más fácil de detectar por su inconfundible canto, que emite mientras vuela con su característica trayectoria ondulante.

Descripción: Plumaje pardo listado y canto inconfundible que muestra una corta y redondeada cola que le permite realizar un característico vuelo ondulante. El plumaje se muestra en la parte superior y en los laterales con tonos rojizos profusamente rayados de pardo y negro. La parte ventral tiene un aspecto blanco sucio, insinuando tonos rojizos, y el obispillo es rojo uniforme.

Desplazamiento: Es una especie fundamentalmente sedentaria, aunque las poblaciones del norte pueden realizar movimientos dispersivos hacia el sur durante el otoño para evitar las bajas temperaturas, regresando a sus zonas de cría entre Febrero y Abril.

Curiosidades: Debido a su pequeño tamaño y sus hábitos escurridizos y discretos, la mejor forma de identificarlo y localizarlo es por su inconfundible canto. Durante la época de reproducción son poligínicos (un macho con dos o más hembras). El nido es una copa alargada y cerrada muy elaborada en forma de pera o botella, cuya estructura exterior es construida por el macho mientras que la hembra se encarga del tapizado interior. Es una de las especies europeas que menor tamaño tiene y por ello se ironiza con algunos vernáculos que se les da en diferentes regiones (bueyesito, tumbabarcos, etc). Los inviernos muy fríos pueden producirles una gran mortandad.