Introducción: El conejo es un mamífero herbívoro muy característico y conocido que se avista sobre todo en la zona del antiguo olivar. Tiene hábitos crepusculares y nocturnos, por lo que solo será posible su observación en el Parque Olivar del Zaudín con un poco de suerte a primeras y últimas horas del día.

Descripción: Tiene un pelaje espeso y suave de color pardo pálido-gris. La cabeza es ovalada con ojos grandes, largos bigotes y orejas muy largas. Tiene unos dientes muy característicos ya que los incisivos los tiene muy desarrollados, sobre todo los superiores. Posee unas largas patas adaptadas para correr, siendo las delanteras más cortas que las traseras. Las patas delanteras tienen 5 dedos provistos de unas pequeñas pero fuertes uñas mientras que las traseras tienen 4 dedos. En la parte inferior de los dedos tienen abundantes pelos duros en lugar de almohadillas. Las crías se llaman gazapos y se caracterizan porque tienen las orejas más cortas que los adultos.

Curiosidades: Sus dientes incisivos están en continuo crecimiento y por ello deben estar desgastándolos continuamente. Utiliza sus grandes orejas para mover el aire y refrescarse cuando necesitan regular la temperatura de su cuerpo. Cuando anda lo hace dando pequeños saltos. Forma agrupaciones de excrementos que usan para marcar el territorio y como centro de información e interacción social. Posee la capacidad de cecotrofia, que es el la ingestión de sus propios excrementos para su aprovechamiento digestivo. Es capaz de ajustar su ciclo reproductivo a las características climáticas locales y la disponibilidad de alimento. Si los recursos alimenticios escasean la hembra puede abortar e incluso reabsorber los embriones. Tiene muy desarrollados el oído, el olfato y el tacto, sin embargo su visión no es demasiado buena. Es una presa importante para más de 20 especies de depredadores ibéricos, algunos de los cuales son especialistas en su consumo y dependen de él, como por ejemplo el lince ibérico y el águila imperial, ambas especies en peligro de extinción. También tiene un papel importante como dispensador de semillas a través de sus heces. Las enfermedades que han sido determinantes en el declive del conejo fueron introducidas voluntariamente por el hombre en los años 50 para mermar su altísima población. Hay varias especies de animales que utilizan sus conejeras como guarida y lugar de reproducción. En algunos territorios son criados con fines alimenticios y también para comercializar sus pieles. A la Península Ibérica se la llamaba Hispania en la época de los romanos, que significaba tierra de conejos, debido a su gran abundancia Es el mamífero más cazado teniendo incluso una modalidad muy peculiar y antigua que es la caza con galgos, sin la intervención humana. A veces también se utilizan hurones para obligarlos a salir de sus madrigueras.