Introducción: El alcaudón real es el de mayor tamaño de los alcaudones ibéricos. Podría decirse que tiene un pico más propio de una rapaz, pero posee patas de pájaro. Es sedentario y frecuente en ambientes abiertos con vegetación baja y matorrales, podrá encontrarse en la zona repoblada del Parque Olivar del Zaudín. Suele observarse en solitario posado en cables, postes o partes altas de arbustos, oteando en busca de insectos, pequeños mamíferos y reptiles, a los que empala en arbustos espinosos.

Descripción: A simple vista destacan la corpulencia y larga cola de esta ave. Es muy fácil de reconocer. Presenta un plumaje con tres colores dominantes: el gris de la parte superior de la cabeza, dorso y algunos bordes del ala; el blanco que presenta la garganta, las manchas alares, las zonas inferiores, donde tiende a rosado y el reborde externo de la cola; y el negro que da color a su ancho antifaz y a la mayor parte de las alas y de su larga cola. El pico y las patas son negruzcos, y no hay dimorfismo sexual visible. Por encima del antifaz tienen una estrecha ceja blanca. La garganta y las mejillas justo debajo del antifaz son de color blanco. Los ojos son grandes, de color negro y tienen alrededor un fino anillo peri-ocular negruzco.

Desplazamiento: Es una especie sedentaria pero hay una minoría de individuos invernantes que comienzan a aparecer desde finales de agosto, permaneciendo con nosotros hasta principios del mes de abril. Los ejemplares invernantes cruzan el estrecho de Gibraltar en agosto y septiembre. Los individuos sedentarios realizan movimientos dispersivos fuera de la época de cría. En la Península existen zonas donde macho y hembra se mantienen juntos en el territorio de cría, mientras que en otras las hembras se dispersan.

Curiosidades: Se trata de una especie poco sociable, que podremos ver durante gran parte del tiempo posada en cables, ramas altas y postes al acecho de sus presas, adoptando una postura erguida y moviendo su larga cola hacia arriba y abajo. Suelen construir el nido siempre en el mismo árbol o arbusto. Caza al acecho, oteando desde un posadero dominante, en posiciones altas. Al igual que otros alcaudones, suele "empalar" o ensartar a sus presas sobrantes en las espinas de los arbustos, llegando a formar auténticas "despensas". También usan esta técnica para desgarrarlas.