Introducción: Pequeño reptil muy conocido por convivir con él en las zonas urbanas y observar su presencia en las noches de los meses de verano. Al estar adaptada para trepar suele encontrarse en troncos de árboles o en muros y fachadas del pueblo. Hiberna durante el otoño-invierno y tiene hábitos diurnos y nocturnos. Durante el día toma el sol y se refugia la mayor parte del tiempo. Durante la noche se muestra activa y sale a cazar, situándose en zonas cercanas a luces artificiales como farolas, ya que éstas atraen a insectos.

Descripción: Cuenta con una cabeza y cuerpo aplanados adaptados a la forma de vida trepadora. Su color habitual es gris- parduzco o marrón, con variaciones y en ocasiones con algunas manchas más claras y oscuras. Su coloración se oscurece durante el día y se aclara por la noche. Tiene todo el dorso cubierto de escamas y presenta varias hileras de tubérculos prominentes que le dan un aspecto espinoso y rugoso. La cabeza es grande, ligeramente triangular, con el hocico redondeado y unos ojos grandes que tienen una pupila vertical. Su cola es larga con protuberancias espinosa y por su parte superior puede presentar varias franjas transversales más oscuras. Tiene 4 cortas patas provistas cada una de 5 dedos aplanados que están ensanchados en su extremo y que tienen unas laminillas adhesivas en su parte. Éstas les permiten adherirse a las superficies verticales e incluso a las horizontales estando boca-abajo. Solo tiene uñas en el tercer y cuarto dedo.

Curiosidades: Debido a que es de sangre fría y no puede controlar su temperatura corporal internamente, debe solearse o ubicarse a la sombra en función de las condiciones climáticas reinantes. Por esta razón, durante el otoño e invierno se ve obligada a hibernar. Son reptiles territoriales que acaparan su territorio de por vida, defendiéndolos frente a congéneres intrusos. Cuando está atrapada por un depredador puede desprenderse de su cola que se mueve frenéticamente para distraerlo mientras aprovechan para zafarse y escapar. La cola es regenerativa y si la pierde volverá a salir, aunque la nueva es más lisa, carece de bultos y no será tan larga como la original. Ocasionalmente, por la falta de alimento, también pueden comer crías de otras especies de salamanquesas y de la suya propia. Sus depredadores más importantes en España son la lechuza común y la culebra de herradura. Desde antiguamente se le culpa de comerse la ropa del interior de los armarios en las viviendas, cuando lo que realmente hacía era comerse las polillas, que son las que realmente perforaban la misma.